viernes, 26 de octubre de 2012

Los animales usados en los laboratorios no son sólo ratas y cobayas, sino monos capturados en las selvas y vendidos clandestinamente ya que está prohibido cazarles porque el 90% muere durante el transporte. Tampoco hay que olvidar que la mayoría de estos centros usan animales procedentes de perreras municipales, criaderos o suministrados por rastreadores que los roban paseando una hembra en celo dentro de una camioneta. Miles de animales de compañía desaparecen así cada año sin que sus dueños sospechen jamás del atroz destino que les espera. Debido al secreto que rodea los laboratorios, es muy difícil desvelar este monstruoso tráfico.

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